jueves, 20 de junio de 2013

El poder corrompe a aquellos que no saben usarlo y quienes saben, nos corrompen a nosotros.

El respeto no es más que manipulación indirecta.

No temo a la muerte, 
sino al olvido,
no temo al amor,
sino al rechazo.
Y no te temo a ti,
sino a estar contigo,
a tus labios,
que invaden mi corazón
y reducen mis latidos. 


No es si no mi vanidad la que me priva de mi dignidad y con ello mis anhelos.

Morimos por inercia, dejamos huella por necesidad, perduramos por amor.

Que es la educación si no una muestra hipócrita del respeto que se tiene por gente repulsiva.

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